«La posibilidad de recrear un rostro es tan rica como subjetiva»: Brian Joseph Davis


Por: Carlos Andrés Naranjo-Sierra
El cofundador del website literario Joyland, Brian Joseph Davis descubrió una herramienta en internet para ayudar a realizar retratos hablados, llamada Faces ID, disponible en internet para realizar retratos y decidió usarla para crear The Composites: un blog de rostros de personajes literarios generados a partir de sus descripciones.

La revista El Malpensante hace referencia al tema en su edición 130, en el artículo Retratos hablados y dice que el autor desarrollo su interés a raíz de novelas policiacas como Mis rincones oscuros de James Ellroy y Zodiac de Robert Graysmith, en donde se confirma que, tanto en la ficción como en el intento de reconstruir una historia real, la posibilidad de recrear a un personaje es tan rica como subjetiva.

«El resultado es una reinterpretación –una entre muchas posibles–, una nueva lectura a través de la imagen», dice el texto. Una interesante afirmación que apoya nuestro estudio sobre si funcionan los retratos hablados en el que sostenemos que son tantas las variables que intervienen en la construcción de un retrato hablado, que solo debe ser tenido en cuenta como un indicio y nunca como una prueba judicial.

Interesante experimento sobre retratos hablados


La agencia de publicidad Ogilvy Brasil desarrolló esta interesante campaña para su cliente Dove, en el que enfrenta la imagen que tienen un grupo de mujeres con la imagen que tienen el resto de personas. En este pueden verse las diferencias de las percepciones propias y ajenas sobre ellas mismas, muy a propósito de nuestra investigación de hace años sobre los retratos hablados y la entrevista con el director regional de morfología forense en la Fiscalía regional de Antioquia y Chocó.

Retratos hablados de atentado contra exministro Londoño

Agentes del CTI y de la Dijín tienen en su poder 10 retratos hablados de la persona sospechosa de haber participado en el atentado al exministro Fernando Londoño, registrado en la mañana del pasado martes en el norte de Bogotá.

Las imágenes están en proceso de verificación y todavía no hay evidencias concretas de que las personas que estuvieron en el lugar de los hechos en actitud sospechoso estén vinculadas al caso.

La mayoría de las imágenes fueron elaboradas con base en videos de seguridad en poder del Cuerpo Técnico de Investigaciones.

Así mismo, se trabaja en la identificación del autor material del atentado, que iba disfrazado con una bata blanca y una gorra de la que salía una peluca con rizos.

A propósito de este tema, que con frecuencia vuelve a ser y hacer noticia, recordamos nuestra investigación sobre los retratos hablados en las que enunciamos la complejidad de sus variables y la necesidad de hacer más claro y objetivo el procedimiento en el que tanto testigo como dibujante puedan disminuir las interferencias del lenguaje y las limitaciones personales.

Encuentro con Juan Carlos Hernández en la Fiscalía para hablar sobre los retratos hablados


Por: Carlos Andrés Naranjo Sierra

Juan Carlos Hernández me recibe amablemente. Es un hombre simpático y
menudo. De contextura gruesa, cabeza redonda y motilado a tope. Dirige el departamento de morfología de la Fiscalía, sede Antioquia y Chocó, y es el encargado de coordinar las reconstrucciones de los rostros postmortem y los retratos hablados.

Después de mucho insistir he conseguido esta cita para continuar con nuestro estudio en PSICOSAPIENS sobre la memoria y los retratos hablados, en el que partimos del supuesto de que las variables que intervienen en la realización de un retrato son tantas que es menester reducirlas para que sean un poco más fiables sus resultados.

Juan Carlos me cuenta que para disminuir las distorsiones en el resultados del retrato, no toman las descripciones del testigo «en caliente» sino dos o tres días después del acontecimiento. Una vez llega la persona a describir al sospechoso, se le saluda y, se le realiza una breve entrevista con el fin de llenar lena un preformato de la Fiscalía en el que se toman en cuenta los rasgos físicos generales de quien se describe, como sexo, estatura, peso aproximado, rasgos específicos, etcétera, y luego se
procede con el retrato.

Cada dibujante tiene una forma particular de comenzar, pero lo habitual es que comience por la forma de la cara y luego pase a los detalles del rostro como, nariz, ojos y boca. A medida que se va haciendo el retrato se va corroborando con el testigo, si se asemeja o no, y se le pide al final que puntúe de uno a diez qué tan similar considera qué es el retrato con respecto al sospechoso.

Si el retrato puntúa muy bajo, se recurre a ayudas audiovisuales como ojos, narices, bocas, orejas, y demás partes del rostro, prediseñadas en plantillas, y se le muestran al testigo fotografías de posibles delincuentes que actúan en el área para ver si hay alguna coincidencia. Este proceso toma aproximadamente dos horas por cada testigo.

Juan Carlos dice que las reconstrucciones de cadáveres son más fidedignas pues se tiene el material sobre el cual reconstruir, con plastilina o computador, cada parte del rostro. Además es posible publicarlos en los medios de comunicación. En cambio, los retratos hablados no pueden publicarse, al menos los de la Fiscalía, ya que no se tiene clara la identidad del delincuente y podría afectar el buen nombre de ciudadanos del común.

La mayoría de los retratistas son dibujantes o diseñadores. Juan Carlos es profesor de Juan Galvis, miembro de la Policía Nacional Colombiana, quien me ayudó en la entrevista inicial para abordar este tema. Por la escazes de este tipo de perfiles en los organismos de investigación del estado, tanto Juan Carlos como Juan, deben viajar constantemente a otras partes del país a encontrarse con los testigos para realizar los retratos hablados.

¿Qué tan acertado es un retrato hablado? Juan Carlos considera que depende de varios factores. Entre ellos el tipo de delito. Los delitos como el atraco tienen pocas probabilidades de generar un buen retrato pues la gente estaá expuesta por poco tiempo al asaltante y recuerda más el arma que la persona. Los delitos como la violación, la extorsión o el secuestro tienen mejores perspectivas pues la víctima logra estar en contacto con el victimario por un período de tiempo más prolongado.

Pero no sólo los aspectos visuales son importantes en un retrato hablado. Por ejemplo: los olores, el tono de la voz, el acento o alguna alteración en la locomoción o la similitud con otra persona conocida, pueden revelar detalles importantes que permitan comenzar a identificar al agresor.

Incluso, en ocasiones, el exceso de detalles en la descripción puede revelar aspectos claves en el caso, como el falso testimonio como intento por involucrar a alguien conocido en un ilícito como una forma de venganza personal. Este último caso es muy común en mujeres que desean hacer pasar a compañeros por abusadores sexuales.

¿Podemos confiar entonces en los retratos? Juan Carlos cree que no ciegamente, pero por ahora es uno de los elementos con los que contamos mientras el software de rostros y los kits de identificación se popularizan y mejoran su facilidad de manejo, aplicación y nivel de acierto.